miércoles, 2 de marzo de 2022

 


MARZO 2022. Inicio. Ana Laura Senderos es una mujer triste y sumisa que padece el maltrato de físico y emocional de Edilberto Rausell, su marido, el cual ha influido en sus hijos, Daniela y Rodrigo, para que la rechacen por creerla débil e inferior a su padre, el cual a ellos ha exigido perfección absoluta, lo que a ambos llevó a convertirse en abogados con futuro. Esta situación ha hecho que la esposa se sienta muy sola, vacía en todos los sentidos. Pasea por tiendas y centros comerciales, admirando lo felices que son muchas familias, o que al menos lo aparentan, lamentando que la suya esté muy lejos de ser así. En casa no tiene con quién desahogarse que no sea Gude, su sirvienta, la cual la alienta para que retome los estudios, trabaje y se distraiga, tal como hace su amiga Paulina. Cuando la mujer se los dice a su esposo e hijos, estos solo se ríen de ella, pues la consideran una inútil e ignorante. Ella pone de ejemplo a su amiga y calla cuando el marido se ríe y asegura que esa mujer es una ramera y que por eso la dejó el marido. Le prohíbe que la invite a casa y los hijos le apoyan.

Briseida Montoro, una prominente abogada, está cansada de su vida amorosa, pues es la amante de Edilberto, quien le brinda poco tiempo puesto que está casado y se debe a su familia y buena reputación. En una noche de pasión ella le hace saber estar harta de ser la otra y conformarse con sus despojos, insinuándole que se divorcie. Él le recuerda que hicieron un trato y sabe perfectamente que jamás abandonará a su familia, puesto que se debe a una imagen de prestigio. Briseida se desahoga con su amiga Nancy la situación que vive con el hombre, con el que desea terminar pero al que en verdad ama, a pesar de que no le guste ser la amante. Confiesa cuanto le gustaría poder conocer un hombre que la haga feliz y, principalmente, que la haga olvidarse del casado.

Marcial Escudero, socio de Edilberto, es un hombre ruin que gusta de divertirse con prostitutas y constantemente aconseja al otro para que se haga de una querida, por lo que al saber que está con Briseida, lo felicita. Lo cierto es que el hombre siempre ha estado encaprichado con Ana Laura, a la que mira con morbo e intimida a espaldas de su socio, razón por la que esta intenta evitarlo, situación que hace que el marido piense que es grosera con el hombre, y la reprenda. Esto sin embargo no detiene a Marcial para tener amoríos con Ivette Lugo, una mujer que trabaja en la empresa y es su cómplice en todo, sobre todo para perjudicar a Edilberto, al que el hombre quiere despojar de su patrimonio y para ello está tramando un plan macabro.

Ana Laura desahoga sus pesares con sus amigas Helena y Paulina, una devota de la religión y con principios cristianos y la otra divorciada y aventurera, pues tiene un romance con Rocco, su entrenador en el gimnasio, y vive del dinero que le da su ex marido. Es gracias a Paulina que Ana Laura tiene un encuentro con Carlos Andrade, un compañero de la preparatoria que le pregunta por qué nunca se graduó. Avergonzada, ella le dice haberse embarazado y tenerse que casar. Finge tener un matrimonio feliz y muy estable y el hombre le da su tarjeta para que se comunique con él, pues se está organizando una fiesta de generación y cree que ella debería ir. En muchos años, la mujer siente un destello de felicidad y Paulina la anima para que acudan a esa fiesta, convenciéndola de que todavía puede recuperar la vida que perdió al casarse con Edilberto.

Frente al edificio en que vive Briseida, se encuentra la casa de Silvia y Gustavo Helier, un matrimonio feliz que se alegra por el regreso temporal de su hijo Juan Ramón, el cual ha dejado la provincia temporalmente y afirma sentirse bien. Lo cierto es que al tomarse unas cervezas con su hermano, Dylan, revela haber terminado muy mal con su esposa, la cual le ha prohibido ver a su hija. Al caminar se cruzan con Briseida, con quien el recién llegado se disculpa, despertando en ambos una fuerte atracción de la que Dylan se da cuenta, por lo que pide a su hermano que se olvide de ella pues no es mujer para él. Luego comenta esto con Silvia, quien teme a que su hijo se haya fijado en esa vecina, a la que tienen en mal concepto pues saben que es la amante de un hombre casado.

Rodrigo discute con Marcial por las impertinencias de este, quien intenta minorizarlo dentro de las empresas, apoyado por Ivette. Furioso, el muchacho busca a su padre y descubre que este tiene otra mujer cuando lo ve besándose con Briseida. Lo enfrenta recibiendo a cambio una fuerte bofetada. El progenitor le prohíbe que le vuelva a levantar la voz, lo cuestione e interfiera en sus asuntos, pues él es libre de hacer lo que quiera y acostarse con quien se le de la gana. Lo cuestiona sobre su vida amorosa, pues siempre lo ve muy arreglado y refinado, pero no le ha conocido una novia. Le deja claro que no aceptará que le resulte maricón. Rodrigo entonces se desahoga ofendiendo a su madre, a la que culpa de la situación y le grita el no ser suficientemente mujer para su papá. Ella llora e intenta habar con su marido, quien antes de ser cuestionado le suelta tremenda cachetada y la acusa de ser la responsable de los arranques de su hijo, al que no supo educar. La mujer se desahoga llena de dolor y es consolada por Gude, la cual le pregunta asta cuando va a soportar tantas ofensas y humillaciones, mientras que, luego de hacer muchas rondas y estar invadido por la indecisión y las amenazas de su padre, Rodrigo se atreve a entrar en un antro gay, donde con su actitud déspota evita que se le acerquen. Al estar en la barra conoce a Pavel Acosta, un chico que sabe como tratarlo y se presenta formalmente, poniéndolo al tanto de lo que sucede en el lugar y cómo son los distintos tipos de hombre que lo frecuentan.

Edilberto toma una copa con Briseida, a la que hace el amor, yéndose cuando esta comienza a hacerle reproches. Vuelve a casa y se desviste para tomar una ducha. Ana Laura toma sus ropas, las huele, y al ver una mancha de maquillaje en ellas descubre que el hombre la engaña. Tempranamente se presenta en las empresas, donde Ivette le impide el paso a la oficina de su marido y la lleva hasta donde Marcial, quien intenta seducirla. Ella ro rechaza y el hombre la besa a la fuerza, hasta ser abofeteado. Esto lo ha visto Ivette, quien más tarde reprocha al hombre el usarla para conseguir sus ambiciones, cuando en realidad está enamorado de la mujer de su socio. Al estar a solas, el perverso hombre jura que tarde o temprano se quedará con todas las posesiones de Edilberto, incluyendo a su mujer, misma que desahoga con Paulina lo que le ha pasado y esta exige que se lo diga al marido, mas la protagonista sabe que éste sospechará de ella antes que de su empleado. La amiga entonces le pide que la acompañe al gimnasio, donde la presenta con René, el cual es un apuesto vividor que saca dinero a la mujer a cambio de placer, de lo que ésta no se avergüenza, pues finalmente todo lo paga con el dinero de su ex marido, al que encontró en la cama con otra y demandó, haciéndose de una manutención. Ana Laura ríe por la intrepidez de la amiga, la cual le habla de Carlos y saca a relucir la relación que tuvieron en el pasado, lo que sonroja a la amiga, la cual acepta que ahora que lo volvió a ver sintió aquello que sentía en los días de escuela.

Juan Ramón tiene un vídeo chat con su pequeña hija Montse y de pronto su ex esposa, Tania Pedrera, aparece en la cámara y le pide que no insista pues sabe que no puede acercarse a la menor. Él suplica a su ex mujer que no sea injusta pero ella cierra la sesión. Detrás de él se encuentra Silvia, quien lo ha presenciado todo y lo abraza, asegurando que todos los días reza para que él y su hija puedan estar juntos.

Paola es una muchacha enferma que está postrada en una silla de ruedas. Padece los maltratos de su propia madre, Olga Lima, quien constantemente le recuerda que por estar lisiada jamás conocerá lo que es el amor ni el calor de un hombre. La chica sufre y cuestiona a su progenitora por el poco amor que le muestra, logrando que la mujer se ensañe con ella y le diga que la culpa por haberle arruinado la vida, pues además de haber provocado el accidente en que murió su padre y ella quedó lisiada, la condeno a ella, a Olga, a cuidarla de por vida.

Helena alista todo para recibir a Leonardo y Mónica, su esposo y su hija, pues regresan de un viaje de fin de semana. Todo se nubla cuando recibe una llamada en la que le informan que estos tuvieron un accidente en la carretera y al acudir al hospital se entera de que el marido ha perdido las piernas. Acude a su hija, quien sufre al enterarse de la fatalidad de su padre, el cual al despertar y darse cuenta, se horroriza y rechaza a las mujeres. La esposa encuentra refugio en sus amigas, mientras que Mónica desahoga su frustración con Daniela, con la que tiene una buena relación a pesar de que esta es mayor. Lo cierto es que sienten una fuerte atracción, pero la más grande se niega a aceptarla pues teme a lo que pueda pensar su papá.

Ivette advierte a Briseida que debe tener mucho cuidado con lo que hace en privado con Edilberto, pues la suerte no siempre los acompañará y en cualquier momento pueden ser descubiertos por la familia de este, puesto que en la empresa se empieza a rumorar sobre su relación. En ese momento son sorprendidas por Daniela, quien mira a la amante de su padre con desprecio y le pregunta qué se siente ser una zorra. La otra no tiene más remedio que huir e Ivette advierte a la chica que, si hace enfurecer a su padre, este no tendrá piedad. Daniela le exige que se largue, acusándola de ser igual de zorra que su compinche y vuelve furiosa a casa, donde Ana Laura intenta hablar con ella. La hija, al recordar el engaño de su padre, le dice que, si el hombre llegara a tener una amante, será solo culpa suya, pues no le ha sabido cumplir como mujer. Esto hace que Ana Laura piense que su marido la engaña y al atar cabos entiende por qué Ivette le impidió el paso a la oficina de este. Busca a Paulina y esta la alienta para que acudan a la empresa para averiguarlo todo, sin éxito, mas siguen a Edilberto hasta un centro comercial, donde este se ve en el estacionamiento con Briseida, a la que besa. Ana Laura queda pasmada ante la situación, lo mismo que Edilberto, cuando se da cuenta de su presencia. Él, descarado y cínico, le exige que se largue. Ana Laura llora y se desahoga con su amiga, quien antes ha enfrentado el hombre, quien la acusa de ser una zorra. Ella lo hace callar al preguntarle qué es la mujer con la que se ha besado, misma que decide marcharse en su auto. Las amigas se marchan y al llegar a casa Ana Laura pregunta a Daniela si ella sabía del engaño de su padre. La hija le dice que sí, así como revela entender al hombre, pues con una esposa como ella, cualquiera se buscaría a otra mujer. Gudelia interviene y exige a la muchacha que respete a su madre, intentando hacerla entrar en razón sobre los sacrificios que ella ha hecho por ella y Rodrigo, quien las ha escuchado sin ser visto pero decide guardarse lo que siente. Cuando Edilberto aparece, furioso, busca a su esposa, la cual le reprocha su engaño. Él le dice tener todo el derecho de andar con quien quiera, por ser hombre, y le recuerda que le ha prohibido que lo visite en la oficina, pues solo lo avergüenza por ser inferior. 

Ana María le pregunta por qué la desposó si la sabía poca cosa y el duro marido le recuerda que no la desposó, sino que la compró y la pulió, creyendo que lograría hacer de ella una mujer de mundo, digna, respetable, pero se equivocó, ya que nunca dejará de ser la misma clase mediera ignorante en la que se fijó, y que no sirve más que para avergonzarlos a él y a sus hijos. La mujer acude a una iglesia para hablar con su hermano, el padre Francisco, con el que se desahoga y al que confiesa no tener el valor para dejar a su marido, y mucho menos para vivir lejos de sus hijos, pues a pesar de todo los quiere y por ello se conforma y resiste. El sacerdote entonces acude a Paulina y le pide que ayude a su hermana. Ella lo provoca al recordarle las aventuras que tuvieron cuando adolescentes y como él se volvió sacerdote cuando ella lo rechazó para casarse con otro. Francisco evade sus provocaciones y son vistos por René, quien más tarde se violenta con la mujer y la acusa de ser una cualquiera. Le exige dinero, luego de fornicar, y ella se lo da para luego ser abandonada.

Pavel, quien es amigo de Dylan, le cuenta a este que ha conocido al chico de sus sueños, pero le costará trabajo enamorarlo. El amigo le pide que lo acompañe a llevar unas cosas a la iglesia del padre Francisco, donde Dylan conoce a Paola, impactándose por la belleza de esta. Le pregunta qué le sucedió para estar en una silla de ruedas y cuando ella está por decírselo aparece Olga, quien se la lleva y se burla, diciéndole que es una estúpida si pensó que un chico tan guapo pondría los ojos en una pobre lisiada. Dylan por su parte cuenta al sacerdote los problemas de su hermano Juan Ramón, al que el chico y Pavel se llevan de fiesta y emborrachan. Al volver a casa hacen ruido en la calle y son vistos por Briseida, desde la ventana. A orilla de la banqueta se detiene un automóvil y de él desciende un grupo de vándalos para saltarlos. La mujer desciende y acude a socorrerlos cuando los maleantes se marchan. Nuevamente entre ella y Juan Ramón hay miradas de atracción de las cuales se da cuenta Silvia, quien dice a su marido temer a que su hijo haya puesto los ojos en esa mujer. Gustavo le pide que no se entrometa en la vida de su hijo y lo deje elegir a quien le plazca.

Edilberto habla con Marcial y este le aconseja que siga su relación con Briseida pues finalmente Ana Laura no tiene nada y lo aceptará todo con tal de vivir rodeada de lujos y al lado de su hijo, aunque este no la quiera. Es por ello que Edilberto visita a la amante y le pide una disculpa por lo sucedido en la oficina. Ella le dice haber sentido mucha vergüenza, por lo que dejará la empresa, ya que sabe que todos allí rumorean sobre su relación. Él le pide que tenga paciencia y le promete que se divorciará, sin embargo ella le dice saber que eso jamás sucederá y que si en un momento así fuera, entonces la busque hasta después de haberse divorciado. Él le recuerda que es quien paga la renta del departamento y las mensualidades de su auto, por lo que no puede dejarlo. Ella le entrega las llaves de la unidad y le pide que ya no pague la renta. El hombre se marcha y al llegar a casa abofetea a Ana Laura, a la que acusa de ser una estúpida. Rodrigo intercede y lo culpa de andar con una ramera, callando cuando su padre le dice que eso era su madre cuando la conoció. El chico, aterrado, exige a su madre que le diga si eso es verdad y ella se encierra a llorar en su habitación. El desesperado hijo acude a su tío Francisco, quien avergonzado le dice que él y Ana Laura tuvieron una vida difícil y tuvieron que hacer demasiados sacrificios para salir adelante. Le aconseja que se acerque a ella y la comprenda, en vez de despreciarla, envuelto por las calumnias de su padre. El muchacho entonces habla con Daniela, quien se niega a apoyar a su progenitora y se ve con Mónica, a la que besa en un arrebato. La chica le pregunta si dirá a sus padres que es lesbiana y ante su negativa, la rechaza y le pide que no la ilusione si no está dispuesta a enfrentar al mundo por ella. 

Mónica es abordada por René y rechaza sus coqueteos, asegurando saber que es el amante de Paulina Barbarín y que le saca dinero. Él se violenta y busca a la mujer, a la que abofetea pues cree que habla de él con la gente. Ella le suplica que la suelte, lo insulta, y entonces él la viola. Esto hace que la mujer, al igual que Helena, no pueda acompañar a Ana Laura a la fiesta de graduación, lo que hace a esta desistir de ir, pero Gude la convence de asistir. Al llegar al lugar, se arrepiente y no se atreve a entrar. Detrás de ella aparece Carlos, quien la toma de la mano y la lleva a donde se encuentran todos. La mujer no sabe que Edilberto ha llegado temprano a casa y pregunta por ella a la sirvienta, quien intenta encubrirla pero finalmente son descubiertas cuando el marido encuentra la tarjeta que Carlos le dio a su mujer. Sale a buscarla de inmediato y al llegar a la fiesta la trata con cariño delante de los ex compañeros, se la lleva, y al llegar a casa la maltrata físicamente, además de insultarla y acusarla de seguir siendo una ramera, como Paulina. Ella se revela y lo lamenta pues el furioso marido le da una bofetada que la ofusca. Es asistida por Gude, la cual le pide perdón por no haber podido fingir ante Edilberto, cegada por el miedo. Por su parte, este último se siente desesperado por no saber de su amante, por lo que acude a buscarla pero no logra encontrarla. Se topa con Juan Ramón, quien también busca a la mujer, sin éxito. El casado, al creer que su amante ya lo ha cambiado por otro, se introduce en un bar a tomar una copa. No se da cuenta de que Rodrigo lo sigue y pronto vuelve al departamento de Briseida, donde la besa, asegurando que no puede dejarla y por esa razón dejará a Ana Laura. Ante ellos aparece el muchacho, quien se sorprende al conocer a la amante de su padre, a la que acusa de ser una golfa. La situación llega a un grado en que Edilberto abofetea a su hijo y le pide que se marche. Rodrigo se marcha y Pavel lo ve salir del edificio, por lo que se acerca a él, siendo completamente ignorado, mientras que Edilberto padece los reproches de Briseida, quien le dice no estar dispuesta a soportar más insultos, por lo que lo mejor es que no se vean más. Él intenta obligarla a besarlo, ella lo rechaza, él se violenta y entonces aparece Juan Ramón para separarlos y exigirle al hombre que se marche. Así sucede y el vecino consuela a Briseida, la cual le dice haberse equivocado en la vida, pero ya no estar dispuesta a ir error tras error. Él la invita a cenar y le cuenta de los problemas con su ex esposa y cuanto extraña a su hija.

Helena intenta animar a Leonardo, el cual ha entrado en una profunda depresión que comienza a afectar a su familia, sobre todo a la mujer, con quien es grosero e insolente. Ella se desahoga con Mónica, quien le revela que hace tiempo que está enamorada de Daniela y que es correspondida, mas la otra no quiere decir la verdad a su familia. La madre queda aturdida por la confesión y busca al padre Francisco para pedirle ayuda, pues cree que si su hija ingresa a un convento podrá redimirse, mas el sacerdote asegura que ser homosexual no es nada malo y le aconseja que apoye a Mónica, la cual consuela a su padre, al que pide que no las rechace a ella y su madre, pues al igual que él, sufren.

Marcial se presenta ante Ana Laura y le propone que pague a Edilberto con la misma moneda, dejando entre ver que él estaría dispuesto a ser su amante. La mujer lo desprecia y corre de su casa y él intenta besarla nuevamente, pero aparece Gudelia, con escoba en mano, amenazándolo. Él se marcha y promete a la esposa de su socio que tarde o temprano será suya.

Úrsula Villarreal es una mujer ladina que ha perdido todo lo que tiene por su adicción al alcohol y a las apuestas y al quedar en la calle decide buscar a su única sobrina, Ana Laura, a la que suplica ayuda, instalándose en su casa. Esto no es del agrado de Edilberto, quien sabe de las adicciones de la mujer y le da un plazo para que salga de su casa. Esta así lo acepta y se consuela con su sobrina, quien lamenta no poder ayudarla. 

Carlos recuerda lo enamorado que estuvo de Ana Laura y se lo cuenta a su colega y amigo, Víctor Casso, quien lo alienta para que la busque, por lo que el médico acude a Paulina, quien le asegura que la amiga sigue enamorada de él y se casó con Edilberto solo por despecho, al saberlo perdido. La mujer también conoce a Víctor, con quien simpatiza y al cual se lleva a la cama sin percatarse de que ha sido descubierta por René, quien luego la sorprende sola y la golpea, acusándola de ser una cualquiera, para luego robarle todo lo que puede y largarse. Ella llora amargamente mas no pide ayuda, pues siente vergüenza de su situación.

Edilberto pregunta a Ivette si Briseida se encuentra en una relación con alguien más. La mujer le pide que hable con Nancy, quien le dice no saber nada y acude a su amiga para enterarse, sorprendiéndose cuando esta le dice que ha conocido a Juan Ramón y que este es demasiado apuesto. La amiga la felicita por haberse decidido a dejar al casado.

Gudelia no confía en la tía Úrsula y considera que su llegada causará problemas. La cuestiona por los años que estuvo alejada de su sobrina, a la que acude justo ahora que ha quedado en la ruina, sabiendo que Ana María quedó indefensa y con la pequeña empresa de su padre en ruinas. Úrsula, orgullosa y altiva, deja claro a la sirvienta los límites que habrá entre ellas y asegura que el dinero llama al dinero y la sobrina debe agradecer que su padre la haya casado con Edilberto, quien sacó adelante la empresa y la ha posicionado.

ABRIL 2022. Juan Ramón se reúne con su gran amigo Gabriel Nájera, el cual es abogado. Lleno de preocupación, le cuenta su situación y le pide ayuda para poder ver a su hija y pasar con ella una temporada al año. Gabo promete que lo lograrán.

A pesar de haber sido aconsejada por la tía Úrsula, Daniela desahoga sus frustraciones revelándose contra su padre e insultando a Ana Laura, quien llega a abofetearla, cansada de sus ofensas. Esta última se desahoga con su tía, quien responsabiliza a Edilberto del comportamiento de la muchacha, quien a su vez se desahoga entonces con Rodrigo, al que asegura odiar a su madre por ser tan inferior y conformista. El chico acude al antro gay a encontrarse con Pável, quien le da un paseo y lo introduce en un cuarto oscuro, donde lo besa y terminan acostándose. Rodrigo desahoga lo que siente con su chico, el cual lo apoya y le ofrece su hombro siempre que lo necesite, mientras que Ana Laura padece el desahogo de los desaciertos de Edilberto, quien le dice que nunca la ha amado y siempre ha sentido desprecio hacia ella, por ser conformista y ser la misma ramera vulgar que conoció, aunque se disfrace de mujer de alcurnia. Los ha escuchado Úrsula, quien más tarde sorprende al hombre a solas y le dice haber conocido muy bien a sus padres y saber como fue que hicieron su escasa fortuna, para luego recordarle que el poder del que goza en realidad es mérito de Ana Laura, pues al ser incapaz, él quedó al mando de la empresa de su padre. Cuando Edilberto corre de su casa a la mujer, esta, segura y directa, le jura que no se irá y que él le dará una cantidad mensual para sus gastos o de lo contrario presentará a los medios pruebas de quién es él en realidad y quien es su familia, esa de la que por años se ha negado a hablar. Él no tiene más remedio que aceptar y maldecirla. La mujer luego se topa con Paulina, quien nunca ha sido de su agrado. Se atreve a insultarla pero la otra solo se ríe de ella y le hace saber que es por su carácter tan amargo que se quedó solo y nunca hubo hombre que se fijara en ella. Esto hiere a tía Úrsula en lo más profundo. La mujer se encierra en su habitación a llorar y rezar, mientras pasa por su cara el pañuelo del hombre al que amó.

Helena intenta acercarse a Leonardo, en la intimidad, mas él la rechaza por miedo a no poder responderle y reacciona con insultos que la lastiman. Ella entonces decide buscar a Paulina, para desahogarse, y se sorprende cuando esta no le abre la puerta, ya que no quiere que la vean con las lesiones que René le dejó. Sin embargo pronto a la misma puerta toca Carlos, quien sí descubre a la vieja amiga y de inmediato la lleva a un hospital para ser atendida. Allí se encuentra el padre Francisco, a quien la mujer suplica que no diga nada, mientras que Carlos se sorprende cuando el sacerdote le dice que Ana Laura es infeliz, y que todos sus sueños de juventud se destrozaron cuando se casó con el hombre que ella creía que la haría dichosa, pero que solo la ha llenado de arrepentimiento del cual el médico se siente responsable.

Dylan y Paola vuelven a tener un encuentro y él descubre donde es que la chica vive, por lo que comienza a visitarla, despertando esto las burlas de Olga, a quien el muchacho entera de que su hija es bonita, y que quizás con una operación podría recuperar el movimiento en las piernas y hacer una vida normal para casarse. ¿Y si no? Es lo que le pregunta la mujer al joven, así como si él se casaría con la muchacha, a la que tarde o temprano solo le daría migajas.

Juan Ramón tiene un percance con Olga, quien busca a Dylan y le exige que no vuelva a buscar a Paola, la cual padece cáncer y morirá dentro de poco. Esto impacta tanto al muchacho, que no deja de pensar en la lisiada, la la que comienza a hacerle visitas, a escondidas de la madre, para contarle de arte, literatura y todo lo que él estudia en la universidad. Se atreve a besarla y Paola le corresponde para luego decirle que no padece ninguna enfermedad terminal, así como no se explica por qué su madre la mantiene atada a una silla de ruedas, sin darle el privilegio de recuperarse.

Ensimismada, Ana Laura sufre en silencio y recuerda como conoció a su marido, por el cual enloqueció por su ternura y compasión para cambiar después de que se casaran. El hombre le hace ver que le ha dado todo: Posición, lujos, riqueza, pero calla cuando ella le pregunta sobre el amor, asegurando que siempre lo ha tenido que mendigar, recibiendo a cambio golpes, insultos, humillaciones. El marido, enardecido, le pregunta si de verdad quiere sentir amor. La arroja haciéndola caer boca abajo sobre la cama, le sube la falda, le arranca las bragas y le dice que ahora le demostrará lo que es el amor, haciéndola suya con violencia. Ella sufre por las agresiones y abusos de su marido. Confiesa a tía Úrsula ya no poder más y no saber cómo acercarse a su hijo para pedirle que ambos huyan juntos. La pariente se niega rotundamente e intenta hacerle ver que alejarse de Edilberto es un error pues ambas quedarían desprotegidas y no podrían darse la vida que ahora tienen. Le suplica que sea compasiva y haga todo lo posible por recuperarlo. En ello no está de acuerdo Gude, quien intenta hablar con Rodrigo y hacerlo reflexionar. Este sin embargo está convencido de que su madre es débil y por ello se merece lo que sucede. Gude entonces acude al padre Francisco, al que suplica que intervenga. Este también intenta hablar con Rodrigo pero el chico lo desprecia. Entonces decide que hablará con Edilberto pero Ana Laura se lo prohíbe, pues teme a que el marido tome represalias contra ella. El sacerdote luego tiene una discusión con tía Úrsula, quien le exige que no se meta en lo que no le incumbe y deje las cosas como están, ya que así como Edilberto necesita de Ana Laura, esta también necesita de él, pues ambos se complementan de una u otra manera. Francisco no puede creer lo que está escuchando y le pregunta a la tía cuanto dinero está recibiendo por parte de Edilberto para estar de su lado. Ella calla y más tarde, al hacer compras en un centro comercial, ve a lo lejos a Silvia y le arma tremendo escándalo, ofendiéndola delante de la gente luego de acusarla de ser una ramera que no vale nada. Angustiada, Silvia sale del lugar y toma un taxi pero la otra decide seguirla y así descubre donde vive. Vuelve a casa, donde llora llena de rabia y jura que destruirá a esa mujer, culpándola de su infelicidad.

Rodrigo sospecha que Marcial le está jugando sucio a su padre y se lo dice a Daniela, quien también tiene confianza en el hombre, al que alerta de las sospechas de su hermano, mismo que decide investigarlo, pidiendo ayuda a Hugo Macías, un empleado que también es un gran hacker, y al que el villano ha ninguneado, como a la mayoría de los que considera menos que él. El hacker promete investigar a fondo al enemigo de su ahora cómplice, quien le pide que también se infiltre en los ordenadores de Ivette y Briseida. El chico se ve con Pável, al que jura que desenmascarará al socio de su padre.

Ivette intenta indagar con Nancy sobre la vida de Briseida, sin éxito. Por su parte esta tiene un encuentro con Ana Laura, quien le pregunta si no siente remordimiento de ser la querida de un hombre casado y destruir una familia. La amante asegura estar enamorada de Edilberto, así como estar dispuesta a olvidarlo si él no se divorcia. Le pide a Ana Laura que acepte que perdió ante una rival más joven y fuerte, capaz de darle a su hombre lo que necesita. Ana Laura llora y advierte a la amante de su marido que no todo es miel sobre hojuelas, puesto que, mientras la pretendió, Edilberto fue el mejor hombre del mundo, y luego de casarse mostró su verdadera cara. Le pide que no se detenga, pues si logra que él la deje, sola con su hijo, le hará un favor. Esto hace pensar a la amante, quien se da fuerzas y se decide a salir con Juan Ramón. Pronto se besan, por lo que él la acompaña a casa pero solo como un buen amigo. Suena el timbre. Es Edilberto, quien desea hablar con la mujer y ante el rechazo de esta arma un escándalo, por lo que Juan Ramón lo echa del edificio a empujones. Ya en la calle, se arma un escándalo en el que los Helien se entrometen y la policía llega, llevándose a Juan Ramón. Edilberto se vale de sus influencias para que el hombre pase la noche en la cárcel, logrando con esto que Briseida lo desprecie. A esta acude Silvia, quien le pide que se aleje de su hijo, el cual es decente y no merece a una mujer como ella. Gustavo reprende a su esposa por este atrevimiento y le pide que acepte las decisiones de su hijo, pero a la madre le preocupa que este se vuelva a equivocar, como una vez lo hizo al poner los ojos en Tania.

Daniela y Mónica se cruzan con Briseida, a quien la primera vuelve a ofender, acusándola de ser una gata trepadora que no vale nada. Esta vez la amante de Edilberto se muestra tal cual es y asegura amar al hombre y estar dispuesta a todo para que él esté a su lado y deje a Ana Laura, la cual es una mustia insignificante. Ofendida, Daniela intenta abofetearla y la amante le sujeta el brazo. La muchacha entonces amenaza con destruirla si no se aleja de su padre, así como lo hizo de la empresa.

Ivette descubre que alguien ha ingresado al sistema de su computadora y se lo hace saber a Marcial, quien al revisar la suya y no notar nada extraño decide poner candados. Acude a Hugo para exigirle que le diga qué es lo que intenta hacer. Este asegura no saber nada, sin embargo es amenazado por su superior, quien promete que si llega a saber que intenta jugarle sucio, lo lamentará. Luego hace el amor con Ivette, quien le dice estar segura de que Rodrigo se encuentra detrás de todo.

Ana Laura se entera de lo sucedido a Paulina y junto con Helena acuden a visitarla. La amiga llora y les cuenta lo que René le hizo, mas se niega a levantar una denuncia ya que teme a ser presa de las habladurías de la gente. Mientras que Helena reprueba lo que la mujer ha logrado haciéndose amante de alguien que no vale nada, Ana Laura solo la apoya y les confiesa que ella quisiera tener el mismo sentido de aventura, puesto que le daría mucho gusto engañar a Edilberto. Ante la presión de las amigas, confiesa que a pesar de que han pasado muchos años no ha podido olvidar a Carlos.

Paola se ve con Dylan, el cual le cuenta sobre su hermano y la saca a dar un paseo. Olga los sorprende y reprende a su hija, la cual estalla contra su madre, a la que dice estar enamorada del muchacho. 
Olga abofetea a su hija y después la abraza, asegurando que a muchacha no puede enamorarse, pues sabe perfectamente que en su condición no es posible, pues todos se acercan a ella por otra cosa que no es amor. La chica ya no le cree y le jura que a la menor oportunidad acudirá a pedir ayuda médica, pues está convencida de que tiene cura y ella, Olga, se la está negando por alguna razón. La madre entonces la encierra bajo llave.

En cuanto sale del ministerio público, Juan Ramón se encuentra con Briseida y pasa con ella tiempos inolvidables. Se dan un fuerte beso y deciden comenzar una relación a la que Silvia se opone, rechazando a la mujer cuando su hijo la invita a casa. No así actúan Gustavo y Dylan, los cuales aceptan a la mujer a pesar de saber que era amante del hombre.

Ana Laura se lleva una sorpresa cuando entra sin avisar a la recamara de Rodrigo y lo sorprende durmiendo desnudo con Pavel. El chico se ha dado cuenta de que su madre lo descubrió pero no le importa y cínicamente desayuna con su amigo, retando con la mirada a su progenitora, quien se muestra amable con el invitado, al que dice soñar con que su hijo sea feliz, sin importarle con quién. Tía Úrsula nota la incomodidad de los tres y por ello cuestiona al invitado, haciéndolo sentir incómodo. Luego de esto pregunta a ambos chicos si tienen novia y cuando planean formar una familia. Rodrigo se molesta y le pide que los deje solos. Ante la presencia de su amigo, la madre se atreve a darle un beso a su hijo y se marcha, pero no así la tía Úrsula, quien hace saber a los chicos sospechar que se traen algo y que hay cosas que Edilberto nunca tolerará, por lo que recomienda al hijo de este que se ande con cuidado y muestre respeto a su madre, preguntando a su "amigo" si él trata a la suya de la misma manera. Pavel asegura amar a su madre y ser capaz de hacer por ella lo que sea. La mujer le aconseje que enseñe a su "amigo", ya que este se porta ante Ana Laura como un patán. Sale y los muchachos solo cruzan miradas. Rodrigo exige a Pavel que no haga preguntas y se marche.

Ana Laura desahoga ella lo que sucede y la mujer le pide que le diga donde encontrar a Briseida, a la que enfrenta y de la cual se burla, haciéndole ver que nunca será una señora y Edilberto la despreciará cuando se canse de ella. Se marcha y descubre que cerca de ese lugar se encuentra la casa de Silvia, ante la que se presenta para insultarla. La ofendida la corre y pronto aparece Juan Ramón, quien exige a la extraña que se marche de su casa. Luego cuestiona a su madre sobre la mujer y esta se resiste a decirle la verdad, pero se desahoga con Gustavo, al que entera de que Úrsula Villarreal ha reaparecido y ha estado en su casa.

Briseida busca a Yolanda, su madre, una mujer dura que la desprecia por saberla una cualquiera. La hija le suplica que hablen y le dice estar muy arrepentida por lo que sucedió en el pasado, cuando se metió con el segundo marido de la mujer. Le explica que se equivoco, que fue engañada y creyó haberse enamorado. Le cuenta de Edilberto y Juan Ramón, provocando que la madre se apiade de este último, pues cree que la chica no merece a alguien bueno, puesto que está maldita. Luego ella se encuentra cara a cara con René, quien malicioso le pregunta donde se ha metido, recordándole que fueron novios cuando adolescentes y no ha podido olvidar las maravillas que ella hace en la cama. Briseida lo rechaza, mas él se da a la tarea de indagar su paradero y está decidido a sacar provecho de ella.

Tía Úrsula pregunta a Ana Laura qué haría si Rodrigo fuera gay. La mujer se resiste a creerlo pues sabe que Edilberto sería implacable con su hijo, con el cual intenta hablar, pero el muchacho no hace más que rechazarla y exigirle que no se meta en su vida. Ella, confundida, sale a caminar y se cruza con Carlos, quien la saluda con una sonrisa y le invita un café. Nerviosa, ella se niega y le pide que se marche, pero él insiste.

Edilberto aparece para crear un conflicto al encontrar a Ana Laura y Carlos juntos. El médico se marcha y el marido acusa a su mujer de seguir oficiando como golfa y llevar ahora a los clientes a su propia casa. Ana Laura se muestra temerosa, tiembla ante el carácter y palabras de su marido, el cual la regresa a casa a empujones y está a punto de golpearla pero tía Úrsula lo impide, enfrentando al sobrino, al que le recuerda delante de sus hijos que si no fuera por Ana Laura él no sería nadie, pues se casó con ella con una mano por delante y otra por detrás porque sus padres ya lo habían perdido todo. Él exige a la mujer que calle y se largue de su casa y ella simplemente se niega y toma asiento, asegurando que las cosas cambiarán y de ahora en adelante él tratará a su sobrina con respeto si no quiere que lo que ambos saben salga a la luz. Le recomienda que para calmar su furia acuda a su amante, pues como buena mujerzuela sabrá como consolarlo. Él solo mira a su esposa, lleno de rabia, y ella agacha la mirada, pero la decisión de tía Úrsula es tal que el hombre no tiene más remedio que marcharse. Lo alcanza Daniela, quien le pide explicaciones y al no tenerlas enfrenta a Úrsula, al grado de ofenderla tanto que esta la abofetea. La chica luego habla con Rodrigo, quien le cuenta de las sospechas de la tía y de Ana María, a quien ella busca para reprocharle el meterse en los asuntos de su hermano. La progenitora le asegura que no da importancia a las preferencias de sus hijos y Daniela le responde que, aun así, no la acepta, pues la odia. La mujer llora llena de amargura y acude a Francisco, quien le exige que deje de sufrir y abandone temporalmente a su familia, la cual solo le muestra desprecio. Ella se aferra al sacerdote y al salir de la iglesia se topa con Carlos, al que evita. Él la detiene al decirle que no merece la pena vivir sintiendo miedo al lado un hombre violento que solo la ha manipulado. Ella le regresa el rostro para preguntarle, furiosa, qué sabe él de su situación. Carlos le cuenta que vivió algo similar con su padre y cómo este llevó a la muerte a su madre, quien siempre vivió sometida, humillada, y llena de dolor. Le confiesa que no ha olvidado lo que tuvieron en la preparatoria y ella le confiesa que por su parte tampoco, llorando, nerviosa, cuando él le pide que se vean, pues tiene miedo a que Edilberto la descubra, ya que no la deja tener amigos.

Víctor busca a Paulina y luego de tomar unos tragos intenta besarla. Ella lo rechaza y le asegura que no por haberse enredado con su entrenador significa que se enredará con cualquiera. Él revela tomarla en serio y estar dispuesto a conocerla, ya que la considera una mujer maravillosa y llena de sorpresas. La mujer se deja llevar pero no decide llegar más allá de unos besos. Luego recibe una notificación que la sorprende, pues su ex marido dejará de darle la mensualidad acostumbrada. Intenta comunicarse con él pero es imposible, por lo que se refugia en sus amigas, las cuales le proponen que a pesar de su edad comience a trabajar, ya que tiene una carrera universitaria. Ana Laura pide a Edilberto que la contrate pero tanto el hombre como Daniela se oponen.

Gabriel informa a Juan Ramón que ha logrado que vea a su hija cada quince días y que Tania no puede oponerse. El hombre festeja y agradece a su amigo con un beso, para luego dar la noticia a su familia. Briseida se entera y lo felicita confesando que le gustaría conocer a Montse. Cual es su sorpresa cuando al darse un beso ante ellos aparecen la niña y Tania, quien saluda al hombre con un beso en la boca. Briseida entonces se marcha y llora al creer que su destino es estar con hombres prohibidos. Se desahoga con Nancy, la cual le pide que no haga dramas y siga con Juan Ramón, el cual está divorciado. No cuentan con que Tania intenta convencer a este de que ha pensado las cosas y quiere volver con él por el bien de su hija. Él sin embargo ya no quiere estar con ella, luego de que se quiso divorciar y lo despreció. La mujer dice estar arrepentida y se vale de su hija para presionarlo, pues Montse quiere que vuelvan a ser una familia.

Úrsula es sorprendida por Gustavo, quien le exige que se aleje de su familia. Ella le recuerda que fue por culpa de Silvia que ellos se separaron, cuando él la conoció trabajando como sirvienta, en su casa. Él asegura que es feliz, pide perdón a la mujer, por no haber podido amarla como ella soñó y le ruega que no se interponga en su felicidad. Ella intenta besarlo y es rechazada. Sin embargo pronto conoce a Dylan, y al saberlo hijo del hombre comienza a acercarse a él, con el fin de ponerlo en contra de su madre.

Edilberto pregunta a Daniela cuando le presentará un novio, pues desea verla casada lo antes posible. Se sorprende cuando la hija le pide que no se meta en su vida, pues no es como su madre y no va a ordenarle lo que tiene qué hacer. Le aconseja que mejor se cuide las espaldas, no solo de su amante, sino de sus amigos, los cuales pueden traicionarlo en cualquier momento, y es que Rodrigo la ha puesto al tanto de los malos manejos de Marcial y ella ha decidido callar para poder desenmascararlo.

Hugo descubre que Marcial ha puesto candados en su computadora, pero aun así buscará la manera de descubrirlo y entera de esto a Rodrigo. No sospechan que Ivette los ha visto hablar juntos y de inmediato se lo cuenta a su cómplice, quien amenaza a Rodrigo, mismo que muestra no tenerle miedo y le advierte que tarde o temprano lo expondrá ante todos como un ladrón. Es por esta razón que Marcial penetra en el modesto departamento del Hacker y lo asesina, ahorcándolo con una soga.

MAYO 2022. Juan Ramón intenta ver a Briseida pero Tania lo impide valiéndose de Montse, la cual llega a decirle a la novia de su padre que este y Tania volverán a estar juntos. Esto le duele a Briseida, a quien Nancy le exige que no se de golpes de pecho y luche por el hombre, el cual seguramente se encuentra entre la espada y la pared. Ella habla entonces con Gabriel, quien le asegura que Tania solo desea arruinar la vida de su amigo. Briseida lo presenta con Nancy, y los dos sienten atracción mutua. Por su parte la otra busca a Juan Ramón y se enfrenta a Tania, a la que dice estar al tanto de lo que le hizo al hombre. La ex esposa se sincera y asegura que recuperará a Juan Ramón, pues tiene un arma muy poderosa para convencerlo. Briseida lamenta que la ex se valga de su hija para conseguir sus objetivos. Vuelve a casa y se encuentra con Edilberto, quien le pide perdón y le ruega que vuelvan, pues la extraña y su cama no es lo mismo sin ella. La mujer sin embargo lo rechaza y le suplica que la olvide.

Pável busca a Rodrigo y al no encontrarlo habla con Ana Laura, descubriendo que esta es una mujer buena que busca amor y comprensión. Habla con el hijo al respecto y este explota y le pide que no lo vuelva a buscar. Sin embargo Pável lo enfrenta y lo acusa de rechazar todo lo que le incomoda, como la debilidad de su madre, quien no tiene la culpa de ser víctima de las imposiciones de Edilberto y que este la haya convertido en lo que es: Una marioneta. Rodrigo suelta tremendo golpe a su amante, quien lo mira desafiante y le exige que se de cuenta de la verdad. Rodrigo llora en soledad, sufre, y luego al no tener noticias de Hugo decide ir a buscarlo personalmente y así se entera de que el chico murió. Está convencido de que fue Marcial el responsable mas ahora no sabe cómo lo podrá desenmascarar.

Dylan y Paola se hacen novios a pesar de Olga, quien advierte al muchacho que sufrirá al enamorarse de su hija, pero a él no le importa y bajo los consejos de Úrsula se atreve a sacar a la muchacha, a la que lleva a una feria de juegos mecánicos con dinero que la otra le ha dado, con el fin de ganarse totalmente su confianza.

Carlos decide ayudar temporalmente a Paulina, quien también se refugia en Víctor, con el que decide comenzar una relación sin darse cuenta que es acechada por René, el cual la maldice y jura que seguirá sacando provecho de ella.

Gude está dispuesta a cuidar las espaldas a Ana Laura para que esta pueda ver a Carlos, con el cual comienza a salir, pasando buenos momentos. Avergonzada, ella le dice que no estudió una carrera ni terminó la preparatoria, por lo que él le asegura que nunca es demasiado tarde. La presenta con Víctor, su colega, quien incluso es catedrático en una universidad y puede ayudarla. La mujer entonces va a la iglesia, agradece a Dios este segundo aire en su vida y le dice a su hermano estar feliz después de tantos años. Ante ellos aparece Edilberto, quien la ha estado buscando y sabía que solo allí podría encontrarla. Habla en privado con el sacerdote, al que prohíbe que le meta ideas a su esposa, la cual aparentemente es una mujer decente. Francisco reprocha a su cuñado el haber hecho infeliz a Ana Laura y haber puesto a su hijo en contra de ella. Le promete que tarde o temprano pagará por sus errores, cuando se quede solo. Edilberto sin embargo considera que, mientras tenga dinero, eso nunca sucederá.

Tania se desahoga con Gustavo, el cual le asegura que en el corazón no se manda y Juan Ramón ya no la ama. Le hace comprender que quizás exista alguien para ella en otro lugar y que lo mejor para Montse es estar con su padre, si para ella representa una carga. Tania llora y asegura haberse casado llena de ilusiones, pensando como soltera. El ex suegro la abraza y le recomienda que escuche a su corazón y no a los fantasmas que la perturban y le confunden la mente. La mujer entonces haba con Montse y se entera de que a la pequeña le gustaría quedarse son su padre antes que con ella. Las ha escuchado Silvia, quien intercede por su nieta mas la madre le jura que jamás la separarán de su hija.

A pesar de que Gudelia miente, tía Úrsula sospecha que Ana Laura está teniendo una aventura por su manera de comportarse. Tía y sirvienta discuten y cuando la otra llega a casa, luego de verse con Carlos, la tía la cuestiona y le promete que si le está poniendo los cachos a Edilberto, ella misma la delatará. La afectada no entiende como su tía puede ponerse del lado del hombre, a pesar de que este la ha ofendido y hasta corrido de la casa. Gude sí que lo sabe y hace saber a su patrona sus sospechas de que su tía está recibiendo dinero del marido, a quien la misma Ana Laura presiona para que se lo diga y este termina aceptando que, en efecto, da una cantidad mensual a Úrsula.

Briseida tiene una fuerte discusión con Marcial, el cual le exige que haga lo que se planeó desde el principio: Separar a Ana Laura y Edilberto. Ella dice haberse enamorado y no estar dispuesta a ser plato de segunda mesa. Pide a Marcial que la deje tranquila o le dirá a su socio que desea quedarse con su empresa y su mujer. Derivado de esto, el furioso Marcial decide darle un escarmiento a la mujer, cortando los frenos de su auto. Ella sufre un accidente y Nancy habla con Yolanda, a la que hace comprender que su hija solo ha sido víctima de los hombres, y siempre se enredó con mayores por buscar una imagen paterna que la madre le negó. La madre entonces acude al lado de su hija, a la que pide perdón. Conoce a Juan Ramón y descubre que el hombre vale la pena. Sin embargo se comunica con Edilberto y le dice que Briseida se encuentra muy mal. Este acude al hospital, donde arma un escándalo y se vale de sus influencias para echar a Juan Ramón, pero aparece Carlos y lo impide, por lo que los hombres se enfrentan. Sin embargo Juan Ramón decide marcharse y evitar hacer más grande el pleito y Edilberto acude al lado de la mujer, a la que promete que se casarán. Ella le pide que entienda que ya no quiere saber de él, que la besa y asegura que no puede olvidarla. Esto lo ha visto Carlos, quien se lo cuenta a Víctor, mismo que entera a Paulina, la cual busca a Helena para que ambas se lo digan a Ana Laura, pero la amiga cree que no son ellas a quienes les corresponde hablar de tales cosas con la mujer.

Rodrigo descubre entre los documentos de su padre que este se divorciará de Ana Laura, por lo que enfurece y jura que no lo permitirá. Busca a Pável para contárselo y este lo rechaza. El chico entonces se lo cuenta a Daniela, quien desahoga su furia contra su madre, a la que acusa de ser una estúpida. Aparece Úrsula para enfrentarla pero la pelea llega a tal extremo que Ana Laura sufre una crisis que le provoca un ligero infarto. Esto asusta a sus hijos, quienes la llevan de inmediato al hospital, donde es atendida por Carlos, el cual la pone a salvo y advierte a los hijos que su madre no puede recibir impresiones fuertes, pues tiene un padecimiento en el corazón que, de no cuidarse, podría agravar. Rodrigo cree que su padre es el responsable de todo y revela a Daniela cuanto lo desprecia, mientras que esta se cruza en los pasillos des hospital con el progenitor y le pregunta si estaba con su amante, prometiéndole matrimonio ahora que se divorciará de Ana Laura. Edilberto enmudece ante tal pregunta y se sorprende todavía más cuando tía Úrsula le dice que sus hijos están al tanto de todos sus planes. La dolida Daniela le asegura que esta vez no lo apoyará.

Gabriel y Nancy salen juntos y se enteran del accidente de Briseida por Juan Ramón, el cual les cuenta también del escándalo que armó Edilberto en el hospital. La amiga acude al lado de Briseida, quien le dice estar harta del hombre y querer estar al lado de Juan Ramón, mientras que Gabriel trata de calmar al amante, al que pide que regrese al lado de su esposa. Este le revela que se divorciará para estar con su amante.

Silvia recuerda el pasado cuando Dylan le pregunta sobre cómo conoció a su padre. La mujer no dice que trabajó como sirvienta en la casa de los padres de Úrsula, quien de nueva cuenta la busca para ofenderla. Esta vez Silvia la corre de su casa y ante la negativa de la mujer para irse, aparece Tania y la saca a empujones para luego cuestionar a su suegra, quien le dice que esa mujer era con quien Gustavo se casaría, antes de él se enamorara de ella.
Carlos se atreve a besar a Ana Laura, asustándola, pues ella siente que su marido se encuentra en todas partes. El hombre le pide que se calme y la vuelve a besar, siendo correspondido. La mujer le cuenta a Gude lo feliz que se siente y esta le dice haber escuchado la discusión entre Edilberto y Rodrigo, respecto a su divorcio.

Briseida se reconcilia con Yolanda, quien le pide que intenten ser amigas y olvidar lo que ocurrió en el pasado. Madre e hija se abrazan y la primera abandona el hospital. Al llegar a casa se impacta al encontrarla llena de flores. Entonces aparece Juan Ramón para darle la bienvenida. Los enamorados se besan fuertemente.

Tania contempla una fotografía de Juan Ramón y Montse, la cual rompe, decidida a olvidarse de él definitivamente y sale a beber sola a un bar, donde se desahoga mientras el hombre, acompañado por su hija y su hermano, la busca por los lugares cercanos a la colonia. Cuando la mujer aparece borracha, en casa, la reprende. Ella intenta besarlo y ante su rechazo se ríe y confiesa que Montse solamente es un estorbo con el cual no quiere lidiar. Silvia interviene, le pide a la mujer que calle y se la lleva para hablar con ella a solas, suplicándole que, si quiere rehacer su vida, deje a la niña con Juan Ramón y ella intente recuperar su felicidad.

Carlos hace saber a Rodrigo que su madre necesita reposo absoluto y que no puede ser perturbada, pues si agrava podría morir. Esta vez el muchacho siente remordimientos y busca a Pavel, al que le cuenta lo que sucede. El amigo le aconseja que pida perdón a su madre, si no quiere que ese dolor se agrave el día que ella falte. Rodrigo se arma de valor y lleva a Ana Laura de vuelta a casa, donde le pide perdón de rodillas. 

Ana Laura se aferra a su hijo, le asegura que ya  nada importa lo que haya sucedido en el pasado y le besa la frente, tomándolo de las manos. Él le corresponde y ambos lloran juntos. Aparece Edilberto para burlarse de ellos y Rodrigo lo abofetea y le dice haberle perdido el respeto y no estar dispuesto a permitir más maltratos para su madre. El hombre mira a su esposa e hijo con odio y asegura que los dejará en la calle. Rodrigo le asegura que no sabe si eso ocurrirá antes de que Marcial lo deje en la calle a él, revelándole sus sospechas.

Daniela se refugia en Mónica, a quien revela sus problemas familiares. La novia le pide que huyan juntas unos días y es así que se marchan a la playa, donde viven libre e intensamente su amor. Sin embargo al regresar, manejando en carretera, sufren un accidente en el que Mónica pierde la vida, lo que llena de dolor a Helena y Leonardo, quien se siente responsable e inútil. Su crisis llega a tal grado que al desahogarse con Edilberto este lo abofetea y lo sacude de las ropas, exigiéndole que sea hombre y salga adelante a pesar de su condición, pues su mujer lo necesita así como lo necesitó su hija, pero el inválido no hace más que llorar, mientras que Helena desahoga su dolor con Ana Laura y Paulina, quienes la abrazan y también acuden a Daniela, quien llora y les revela que ella y Mónica se amaban y lo ocultaron por temor al rechazo. La madre de la chica la abraza y le asegura que ella la acepta de la forma que sea, pues sus preferencias no la hacen ni más ni menos que otras mujeres. Lo mismo opina Paulina, quien revela que en sus años escolares tuvo una aventura lésbica, la cual disfrutó pero solo le sirvió para confirmar que lo suyo son los hombres. Las tres ríen y se abrazan. Luego de esto Daniela pide perdón a su madre, por haberla considerado inferior y poca cosa para su padre, el cual tiene amoríos con otra mujer. Paulina la apoya, revelando que también está al tanto. Lo cierto es que a Ana María ya no le sorprende la noticia y considera que si Edilberto ha encontrado felicidad en alguien más, a ella le hace feliz también, pues se liberará de él.

Francisco entera a Carlos de que quizás Ana Laura será libre dentro de poco por lo que le pide que tenga paciencia y la haga feliz. Los escucha Úrsula, quien no puede creer que su sobrino, siendo un sacerdote, sea capaz de apoyar la inmoralidad de su hermana. El cura pide a su tía que no intervenga y le exige que le diga de donde obtiene el dinero que gasta y que sigue apostando, puesto que sabe de sus movimientos. Ella dice mentiras y se resiste a la idea del sobrino para abandonar la casa de Ana Laura y Edilberto, argumentando que todos la necesitan allí. Se asombra cuando él le dice que ha hablado con Gudelia y sabe que desde que llegó no ha hecho más que entrometerse en las vidas de todos, por lo que le exige que recapacite y se marche, pero ella no está dispuesta y habla con Edilberto, al que le promete apoyo y ayudarlo a que sus hijos lo quieran de nueva cuenta. Le pide más dinero y él se niega a darle un centavo más, no importándole que ella lo amenace con desenmascarar ante los medios quién es en realidad. Lo cierto es que Úrsula no tiene pruebas de nada y solo le mintió. Se alcoholiza y se ve con Dylan, ante el cual llora asegurando que una vieja sirvienta enredó al hombre con el que se casaría hace años y que por culpa de esta es infeliz. Cuenta cuanta bajeza se le ocurre y luego entera al muchacho de que esa mujer es su madre, logrando que este la desprecie y le exija que no se le acerque más, pero también desde ese momento el chico sea indiferente con su madre y haga preguntas a Juan Ramón, quien lo nota extraño y al saber que su madre era una sirvienta, se lo pregunta a esta, que intenta negarlo, pero Gustavo lo admite y pregunta a sus hijos si tienen un problema con ello. Al mayor no le importa pero el menor simplemente sale de casa, furioso, pues cree que todo lo que Úrsula le ha contado ha sido verdad.

Carlos celebra con Víctor, al que confiesa sentir que la vida le devuelve lo que hace tantos años le robó, puesto que la mujer nunca ha salido de su corazón. La busca y toman un café. Ambos cuentan como han sido sus vidas desde que se alejaron y ella se sorprende cuando él le dice que nunca dejó de quererla y estuvo a punto de volver a buscarla, cuando se enteró de su compromiso con Edillberto y decidió irse al extranjero, conociendo mujeres en la búsqueda de una que se pudiera comparar a ella, sin lograrlo. En un arrebato la besa y ella le corresponde.

René sorprende a Briseida y se asombra al ver la elegancia con la que vive, felicitándola por haber hecho bien su trabajo como prostituta Ella le exige que se marche de su casa pero él se resiste. Registra por todos lados buscando objetos de valor y ella entonces lo amenaza con un arma de fuego. Él no le teme y está decidido a atacarla pero aparece Juan Ramón para defenderla, enfrentándose a golpes con el maleante, el cual no tiene más remedio que irse y buscar a Paulina, a la que llena de terror con su presencia. Le pide dinero y ella le revela haber perdido la ayuda de su ex marido, por lo que no tiene nada qué darle. René se violenta e intenta estrangularla, pero Víctor aparece con la policía, ya que contrató a alguien para vigilar el departamento de la mujer y supo lo que ocurría desde el primer momento. El entrenador es detenido pero se las ingenia para escapar de las autoridades, desatándose una persecución. Todo termina cuando al creer que ha salido victorioso, René celebra y al cruzar por la calle es arrollado por un auto que se da a la fuga. Pierde la vida y esto llena de tranquilidad a Paulina, la cual se refugia en Víctor, el cual confiesa estar decidido a todo por ella.

Tania decide irse de la ciudad y deja a Montse al cuidado de Juan Ramón, al que deja una carta en la que le pide perdón por lo que está haciendo, al irse sin decirle a nadie. El hombre es apoyado por su familia, la cual está feliz de que la niña por fin se quede con él.

Rodrigo descubre las intenciones de Marcial hacia su madre cuando este se presenta en casa y al creer a Ana Laura sola, se atreve a besarla. Rodrigo lo sorprende por la espalda y lo golpea, corriéndolo. La mujer se desahoga y confiesa que ha sido acosada por el socio de su marido durante mucho tiempo. El hijo la lleva a la iglesia, donde Francisco los felicita por haberse reconciliado. Al saber que fue Pavel quien influyó en esto, Ana Laura agradece al muchacho, convencida de que hará feliz a su hijo.

Silvia intenta indagar por qué Dylan la rechaza y él insiste en ignorarla, causando que Gustavo lo enfrente y le exija que le diga qué le sucede. El muchacho calla, sale de casa y se desahoga en soledad. Juan Ramón lo sorprende, le pide que confíe en él y entonces el muchacho le dice lo que sabe.

Daniela desprecia a Edilberto por el engaño a su madre y le asegura que lo pagará muy caro, pues Marcial se ha encargado de que vaya lentamente a la ruina, para apoderarse completamente de su empresa. Edilberto enfrenta a su amigo y le reprocha el estarle robando desde hace tiempo. El socio culpa de todo a Ivette y muestra documentos que la implican en desfalcos. Edilberto no se tienta el corazón y manda a la cárcel a la mujer, quien desde allí asegura a Marcial que, si no se encarga de que quede en libertad, lo delatará. Este sin embargo planea hundirla y, al enterarse, Rodrigo la busca para aconsejarle que confiese contra su cómplice o de lo contrario este se habrá salido con la suya y a ella no le dará un solo centavo de lo que le prometió. La mujer sin embargo no confía en el muchacho, quien se encuentra desesperado y Nancy se ha dado cuenta. Le ofrece ayuda pues sabe que aunque Ivette es ambiciosa no pudo ser capaz de traicionar a la empresa. El chico no confía en ella por ser amiga de Briseida pero no tiene más remedio que aceptar su ayuda cuando Nancy le dice que Gabriel sabe de informática. Rodrigo se entrevista con el hombre, el cual logra tener acceso a la computadora de Marcial e infiltrarse en su información confidencial. Con esto logran conseguir las pruebas para hundirlo. El chico se las presenta a su padre y se las entrega solo a cambio de que él acepte dejar protegida a Ana Laura luego de quedar divorciados. Con esto, el despiadado Edilberto le tiende una trampa a su socio, el cual es detenido y enviado a prisión, donde tiene un careo con Ivette, la cual cuenta cual era el plan del perverso amante, mismo que es condenado a muchos años en prisión. En venganza, este le revela a Edilberto el tiempo que estuvo acosando a su mujer y el hombre se horroriza cuando Rodrigo le dice que él mismo tuvo que defender a su madre.

Leonardo no se repone a la muerte de Mónica mas se ha dado cuenta que Helena necesita de él, por lo que accede a someterse a terapia y recuperar el movimiento, lo que hace feliz a la esposa, la cual encuentra apoyo y refugio en sus amigas, mismas que con nerviosismo le revelan que su hija y Daniela mantenían una relación, sorprendiéndose cuando la mujer les dice que ya lo sabía y que siempre las apoyó.

Víctor está decidido a casarse con Paulina, o al menos a vivir en unión libre con ella, lo que causa asombro en Carlos, pues sabe que la mujer es liberal y que su amigo es más bien recatado, sin embargo confía en que una balanza entre ambos hará que las cosas funcionen. Sin embargo Úrsula intriga y hace saber al enamorado que Paulina siempre ha sido una casquivana que no se ha detenido ante ningún apetito sexual, haciéndolo dudar.

JUNIO 2022. Dylan y Paola descubren que en realidad la muchacha heredó una fortuna millonaria de su padre, la cual le debe ser entregada cuando se case. Queda al descubierto que ha sido la ambición de Olga la responsable de que la lisiada no se haya recuperado. Enfrentan a la mujer, quien corre a Dylan y encierra a su hija bajo llave, jurando que nadie le arrebatará lo que es suyo. Luego el muchacho la enfrenta y la acusa de ser una mala madre. La mujer se ríe de él y promete que jamás volverá a ver a su hija. Comienza a preparar maletas, decidida a marcharse lejos.

Gabriel y Nancy tienen mucho en común y él le pide que sea su novia. La mujer acepta darse la oportunidad y deciden comenzar una relación. Se lo cuentan a Briseida y Juan Ramón, quien lleva a su amada a dar un paseo con Montse, quien se comporta arisca ante la novia de su papá, quien luego de un tiempo y demasiados esfuerzos logra ganársela. A lo lejos los tres son vistos por Edilberto, quien finalmente acepta su derrota e intenta acercarse a Ana Laura, a la que lleva serenata y una flores que ella rechaza, dejando claro que ya no quiere tener nada qué ver con él.

Víctor tiene dudas sobre Paulina, a la que cuestiona sobre su pasado, ofendiéndola. Luego se desahoga con Carlos, quien le aconseja que deje los prejuicios de lado y siga su corazón. Así pues, durante la fiesta de cumpleaños de la mujer, el enamorado le propone que sea su esposa y ella acepta, mientras que Carlos pide a Ana Laura que le de una oportunidad ahora que ella quede divorciada. La mujer le pide tiempo y paciencia, pues una vez que se haya separado, quiere pasar unas vacaciones con sus hijos. Esto lo ha escuchado Rodrigo, quien habla con Daniela de las intenciones de su madre y ambos coinciden en que la mujer merece ser feliz, pues quizás de esa manera pueda empezar a realizarse como mujer y no solo como madre y esposa.

Úrsula asegura a Edilberto que, si se divorcia, dejará a Ana Laura el camino libre para que se enrede con el primer pelele que quiera sacar provecho del dinero de ella. Al hombre eso ya no le importa y aconseja a la tía que se marche de la casa antes de que la echen, pues es molesta para todos. Luego la mujer es abordada por Gudelia, quien le asegura que Edilberto tiene razón y le recrimina el obrar contra su propia sobrina.

Silvia y Gustavo disfrutan de Montse, a la que consienten en todo sentido y llevan a pasear constantemente. Reciben un sobre dirigido a Juan Ramón, al que dan aviso de que el trabajo como ingeniero le ha sido concedido. El hombre celebra con sus padres y con Briseida, a la que Silvia da la bienvenida a su familia, conociendo así a la amargada Yolanda, con quien hace amistad. La felicidad de los Helier dura poco, pues cuando SIlvia intenta acercarse a Dylan y este la rechaza, le exige que le diga qué sucede y el chico le revela saber su pasado y que fue la culpable de la infelicidad de Úrsula. 
Silvia se defiende y es apoyada por Gustavo, el cual jura que lo que su hijo sabe no es verdad y cómo sus padres lo querían obligar a casarse con Úrsula por interés, cuando él estaba enamorado de su madre, a la que quiso desde el momento en que la vio. A Dylan eso no le importa, sale de casa y ayuda a Paola a escapar de Olga. Van a casa de Pavel, quien llega acompañado de Rodrigo, al que cuentan la situación de la chica. Este último decide ayudarla a recuperar su herencia, pues es mayor de edad.

Silvia se presenta en la mansión Rausell para abofetear a Úrsula y exigirle que deje de envenenar el corazón de su hijo menor, Dylan, quien no es culpable de su amargura. Ana Laura ha reconocido a la mujer, quien fuera sirvienta de sus abuelos. Esta le hace saber que se casó con Gustavo y cómo la tía Úrsula ha intentado separar a su familia desde que reapareció en sus vidas. Ana Laura no puede creer esto y cuando la tía llora, culpando a Silvia de su infelicidad y alcoholismo, esta la entera que no fue responsable y que si Gustavo se comprometió con ella fue porque estaba obligado, ya que a los padres de ambos les convenía ese matrimonio que afortunadamente no se logró. Úrsula se niega a aceptarlo, la corre y cuando Silvia se va, llora llena de dolor. Ana Laura le recrimina lo que ha hecho y entonces la tía la ofende, acusándola de ser tan mujerzuela como sus amigas, las cuales son unas inmorales. La responsabiliza del rechazo de sus hijos, alegrándose de que estos no la quieran. Gudelia interviene para defender a Ana María, quien se lo prohíbe, pues desea escuchar lo que su tía en realidad siente. Luego de esto, lamenta que la mujer solo se haya acercado a ella por interés. Le pide que se marche de su casa y sale para desahogarse con Carlos. Esto lo aprovecha Gudelia, quien saca a Úrsula de la casa y luego le arroja sus cosas a la calle, con bolsas de nylon negro como maletas. Úrsula la maldice y llora. Acude a la iglesia del Padre Francisco para quedarse con él mas el hombre no la acepta y la lleva a un asilo, donde le dice que es lo único que puede hacer por ella, así que o acepta eso o la calle. Úrsula no tiene más opción y llora amargamente al estar sola ante su nueva vida.

Rodrigo comienza la defensa de Paola, a pesar de las amenazas e intimidaciones de Olga, quien jura a Dylan que lo hará arrepentirse de lo que está haciendo. Sin embargo ninguno de los chicos teme y Rodrigo trabaja arduamente, logrando que Olga pierda el juicio y entregue a su hija la herencia.

Ana Laura y Edilberto se divorcian y Rodrigo, que representa legalmente a su madre, pelea para que su padre le deje la casa y una mensualidad justa, pues necesita estar en reposo y no puede trabajar. A pesar de querer mover sus influencias, Edilberto no tiene más que ceder pues la ley está del lado de la ahora ex esposa, quien celebra su triunfo con las amigas y tiene un encuentro con Carlos, quien la besa apasionadamente. Por su parte Edilberto intenta hacer un último esfuerzo y al quedar divorciado busca a Briseida, a la que ve de la mano de Juan Ramón, besándose y siendo felices con Montse. El hombre aguarda para hablar con ella en privado y ofrecerle que sea su esposa y huyan juntos, donde comiencen de cero, pero ella lo rechaza y le dice estar segura de que al ser su esposa se convertirá en otra Ana Laura, y no está dispuesta a olvidarse de ella para dedicarse a él, por lo que le suplica que la olvide y no la vuelva a buscar, ya que es feliz al lado de Juan Ramón. Edilberto entonces decide retirarse y aceptar su derrota.

Ana Laura habla con sus hijos sobre Carlos y estos la apoyan para que intente ser feliz y se realice, terminando sus estudios, desarrollándose profesionalmente y, sobre todo, sintiéndose feliz con ella misma. Madre e hijos se abrazan y luego ella se encuentra con su enamorado, con quien disfruta y se da un fuerte beso. A ellos se unen Paulina y Víctor, los cuales les cuentan que han tomado la decisión de vivir juntos desde ese momento y ser dichosos. 
Las amigas celebran sus nuevas vidas y tienen una videoconferencia con Helena, quien se siente feliz por ellas y al colgar lamenta que su vida haya empeorado en vez de mejorar. De esto se da cuenta Leonardo, quien la sorprende por la espalda y la besa, para hacer el amor nuevamente.

Gustavo habla con Dylan y le cuenta la verdad sobre su madre. Juan Ramón apoya a su padre y pide al hermano que no se deje llevar por el odio de Úrsula. Aparece Silvia para hablar con su hijo, quien no quiere escucharla. Es entonces que, acompañada de Carlos, Ana Laura se presenta a hablar con el muchacho y le cuenta lo que ocurrió en su casa. Le asegura conocer a su madre y jura que esta es intachable. Lo entera de cuanto le ha dolido el rechazo de sus hijos, de lo terrible que eso se siente, y le suplica que no le provoque tal dolor a su madre, quien no se lo merece. Esto hace reaccionar al chico, quien avergonzado pide perdón a Silvia y la abraza. Todos los Helier se abrazan, vuelven a ser la familia que siempre fueron. Al paso de un tiempo acuden a la iglesia del padre Francisco para escuchar misa. Se sorprenden cuando ven a Úrsula vestida de manera sombría y sencilla, cogiendo las limosnas. No pueden evitar sentir pena por ella, que no los mira a la calle cuando llega a su banca para recoger el dinero.

Mientras que Carlos y Ana Laura caminan de la mano y se besan, Edilberto los sorprende y, alcoholizado, asegura que la mujer es una prostituta. Carlos lo golpea y sale del lugar con su enamorada, a la que deja claro no importarle su pasado. La besa y al llegar a casa llora, cansada, y asegura a Gudelia que tiene derecho a ser feliz, y más ahora que es libre de tantas cadenas, de recibir como amor solo migajas. La sirvienta se apiada de ella y le pide que solo se de tiempo para que la situación mejore, pues finalmente tiene la aprobación de sus hijos. Es así que la mujer acude a prepararse académicamente con Víctor, quien encuentra en ella a una mujer frágil, insegura y falta de amor. Se lo comenta a Carlos, quien está perdidamente enamorado y propone a su amada que sea su esposa. Ella rechaza esa oferta, pues aunque lo quiere, no sabe si volvería a vivir con otro hombre, luego de su experiencia con su ex marido. Vuelve a casa y allí recibe a Rodrigo acompañado por Pavel, al que presenta como su novio. La mujer los abraza a ambos y cuando Edilberto se entera no hace más que insultar a su hijo, el cual, duro al igual que él, lo pone en su lugar y le hace ver todos sus errores. El progenitor intenta abofetearlo pero Rodrigo le detiene la mano y le asegura que no habrán ni un golpe ni un insulto más. Pone fin a su contribución en la empresa, despidiéndose de su padre para siempre, pues ya no quiere saber de él. Edilberto entonces busca refugiarse en Daniela, a la que pide ayuda para recuperar a Ana Laura. La hija se opone, le dice apoyar el nuevo romance de su progenitora y también ser lesbiana y haber tenido una relación con Mónica. Cuando el papá la ofende, la muchacha lo rechaza, dándose cuenta de que en el fondo siempre lo apoyó por temor a su rechazo, mas ahora que lo vive, no necesita de él. También decide no trabajar más en las empresas y alegarse de él, por lo que el hombre se da cuenta de que se ha quedado completamente solo.

UN AÑO DESPUÉS: Ana Laura se gradúa, pues ha concluido la preparatoria gracias a Víctor y Carlos, quien la besa, apasionado, enrojeciendo a Rodrigo, quien hace saber a Pavel sentirse muy orgulloso de su madre, la cual ha decidido ingresar en la universidad. Invadido por la emoción, el médico le pide matrimonio a la graduada y esta, sincera, le dice no quiere estar con una pareja, sino disfrutar de su hijo Rodrigo, quien triunfa como abogado y ha dejado de ocultarse como homosexual, exhibiéndose con Pavel sin más.

Yolanda ha dejado el rencor y la amargura atrás e incluso ha rejuvenecido, volviéndose gran amiga de Silvia, con la que acude a casinos a jugar, mientras Gustavo cuida de su nieta, a la que ama profundamente.

Francisco visita el asilo y allí se entera de que tía Úrsula no convive con el resto y se ha aislado por completo. Habla con ella, que solo contempla una vieja fotografía de Gustavo, al que no ha podido olvidar. Llora ante el sacerdote, al que revela que ese fue el único hombre que puso los ojos en ella, que siempre fue fea y despreciada por los demás, hasta que se casó con alguien que solo la humilló y maltrató, hasta que murió. El sobrino la abraza, le pide que no se atormente e intente ser feliz, mas ella se niega a serlo rodeada de tanta gente a la que considera inferior.

Gabriel y Nancy han fortalecido su relación, están muy enamorados, por lo que él se decide y le pide matrimonio. Ella acepta y prometen casarse al paso de otro año.

Apoyado por su familia, Dylan acompaña a Paola a sus terapias de rehabilitación y la besa, feliz, cuando a ambos les dan la noticia de que hay posibilidades de que la chica recupere el movimiento en las piernas, lo mismo que Leonardo, quien es compañero de la chica y ha avanzado, lo que llena de alegría a Helena, a la que muestra lo ardiente que se ha vuelto como amando, sorprendiéndola.

Edilberto luce cansado y arruinado físicamente. Ha renunciado a su cargo en la empresa, dejando la presidencia a Daniela y Rodrigo, de quienes sabe de manera esporádica pues este se ha mudado a vivir con Pavel, mientras que ella descubre que hay una fuerte atracción con una asistente: Gina, quien la provoca hasta que ambas tienen un incidente accidentado en un elevador, sonde no pueden resistir más y se besan.

Desde la cárcel, Marcial planea una venganza contra Edilberto, pues no le perdona el haber nombrado presidente a Rodrigo, al que considera un imbécil. Recibe una visita de Ivette, quien le dice que logró la indulgencia luego de pagar una multa. Se despide de él para siempre, pues emigrará al norte.

Silvia visita el asilo y allí se entera de la estancia de Úrsula, a la que hace una visita para decirle que no siente rencor hacia ella y le pide perdón por haberle arrebatado, sin querer, al gran amor de su vida. Le asegura que de haber sabido que Gustavo la amaba a ella, nunca se habría casado con él y quizás, de no amarla él, ambos no hubieran formado la familia que tienen ni hubieran criado dos hijos maravillosos. Dura, Úrsula le pide que no sea hipócrita y se marche sin cuidado, pues nunca más la volverán a ver. Silvia se marcha lamentando que la mujer no comprenda razones y desahoga esto con su marido, el cual también lo lamenta mas cree que lo mejor es olvidar lo ocurrido, apoyar a sus hijos y volver a ser la familia que eran antes de la reaparición de la mujer.

Ana Laura termina de decorar su nueva casa y lo celebra con Francisco y Gudelia, quien le es incondicional y permanece a su lado. La mujer siente pena por su ex marido, el cual se ha quedado solo, sin esposa ni amante.

Paulina se casa con Víctor y a su boda asisten solo amigos cercanos y familia, con quienes la mujer celebra su felicidad. Es en esta fiesta que Rodrigo anuncia que se casará con Pavel y Daniela hace pública su relación con Gina, siendo ambos felicitados, lo que hace que todos pasen una hermosa velada.

Juan Ramón es un padre excelente y esta vez la ley está de su lado pues se le ha otorgado la patria potestad de su hija Montse, a la que lleva a un parque de diversiones, acompañados por Briseida, la cual agradece a la vida el poder estar al lado de un hombre libre, que la ama, la respeta, y por quien no tiene que esconderse.

Al paso del tiempo Ana Laura es feliz al lado de sus hijos, los cuales sienten remordimiento por haber dado la espalda a su padre, sobre todo Daniela, quien siempre fue cercana a él. A diferencia de ella Rodrigo se siente libre y feliz por primera vez en su vida, lo mismo que la madre, la cual le revela que fue por él y su hermana por quienes resistió todo. Acuden a misa, a la iglesia de Francisco, y allí se cruzan con Juan Ramón y Briseida. Las dos mujeres se miran fijamente y voltean al mismo tiempo al ver entrar a Edilberto, quien luego de mirarlas se marcha, avergonzado. Ellas vuelven a mirarse y cada una sigue su camino, pues finalmente han dejado de ser rivales y deben seguir su destino.


FIN









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